miércoles, 23 de mayo de 2007

Duermeme en tus brazos, dulce Madeleine...


Hace aproximadamente 10 u 11 años, metido en la cama miraba la nocturna negrura de mi habitación al tiempo que conectaba mi sentido auditivo a los dichos del Negro Dolina en su inefable "Venganza..." Cuando ya el sueño me vencía, una voz increíble, atrapante, envolvente, suave y firme a la vez, me hizo abrir los ojos y prestar atención: yo no lo sabía, pero esa voz pertenecía a una de las mayores glorias de la historia del jazz vocal, la maravillosa Billie Holiday.
Pasaron los años y muchos discos para que luego de pegar una enorme vuelta, uno se encuentre de nuevo (y ahora en serio) con el jazz. Y fue de un modo similar como, sumergido en mi aparatito de MP3, me encontré con otra maravilla, esta vez contemporánea: Madeleine Peyroux.
Esta chica nacida en Athens, Georgia (EU) en 1973, transmite una sensación de paz y dulzura a través de un timbre que, con un poco de imaginación, podria ser tranquilamente el de una Billie con arreglos actuales. Pero claro, ella es ella, más allá de su obvia admiración por la enorme cantante de color. Partiendo de eso: la Peyroux es blanca como la leche y de clara ascendencia francesa, pero créanme que al escucharla verán a una mulata cantando mientras frega la ropa en la orilla del Mississippi...es esa tonada como empastada, algo grave para ser mujer, pero al mismo tiempo increiblemente suave como la mejor caricia.
En general, el ambiente de sus canciones están dominadas por el tamiz acústico: un contrabajo, piano, bateria y su guitarra, anque algún banjo o un timido arreglo de vientos. La simpleza es su arma, demostrando que se puede conmover solo con la voz y un leve rasguido.
Mayormente jazz y blues, su repertorio incluye versiones de Leonard Cohen, Bob Dylan, Gene Austin, Serge Gainsbourg y Tom Waits entre otros. El toque Peyroux aparece en todas ellas, incluso en los temas en francés, idioma en el que se maneja como pez en el agua (su interpretación del clásico "La Vie en Rose" haria lagrimear al mismisimo Le Pen).
Recomiendo especialmente su segundo trabajo "Careless love", de 2004. Pero cualquiera de sus otros discos cumplen con la premisa del buen gusto. Si están algo estresados por los avatares de la rutina, sirvanse algo en una copa, pongan su estéreo y comodamente apoltronados cierren los ojos y dejen que la dulce Madeleine haga el resto. Y no se asusten: Billie Holiday nos dejó muy lamentablemente hace casi medio siglo.

DISCOGRAFIA

Dreamland (1996)
Careless Love (2004)
Got You On My Mind (2004, junto a William Galison)
Half The Perfect World (2006)

2 comentarios:

Unknown dijo...

habrá que escuchar

Anónimo dijo...

Si me gusta Billie Holiday.. seguramente Madeleine será de mi agrado..

Beso